lunes, 13 de mayo de 2013

Vivir los cuentos en la Naturaleza


El país de los cuentos está en lo alto de una colina. Hasta llegar a él, tenemos que atravesar una selva y cargar con pesadas piedras para que no nos lleve el viento, pues sopla fuerte allí donde vamos.
En el país de los cuentos todo es posible. Un cocodrilo enamorado de la luna puede llevársela a casa para contarle sus cosas y disfrutar de ella, de su luz, de su escucha, de su mirada lunática...
El problema es que no es el único enamorado. Al sacarla del cielo, el lobo se quedó sin una luna a la que aullar, Marta tuvo que vender su catalejo pues ya no había luna que mirar y los astronautas se quedaron sin trabajo. Coco se dio cuenta del lío que había montado por su capricho de querer tener a la luna para él sólo, así que decidió devolverla al cielo. Además la luna había llorado una lágrima gigante de color azul, estaba algo triste por lo visto.

Hubo fuegos artificiales de confeti para celebrar el regreso de la gran luna. Marta, los astronautas y el lobo bailaron y cantaron. 

Gracias a las mamás exploradoras que nos ayudaron con las pistas de las estrellas, escondidas entre margaritas, raíces y troncos de árboles. Y gracias a la estrella cuentacuentos  , una estrella muy especial.

En el país de los cuentos hay una luz muy especial, sabemos que estamos cerca por el aroma de las flores y el silencio de los árboles. 

¡Qué maravilla Vivir los cuentos en la Naturaleza!

Si quieres viajar con nosotros, te esperamos el próximo lunes en la colina, a las 17.15 horas.

"Para Vivir los cuentos, hay que soñar".









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